lunes, 14 de noviembre de 2016

Los mandamientos de...


sábado, 12 de noviembre de 2016

¿Cómo debe ser nuestra oración?


Lc 18, 1-8.
“orar siempre sin desanimarse”.

Jesús nos presenta la parábola del juez inicuo y la viuda insistente.
 Es un ejemplo de cómo debe ser nuestra oración. El Señor nos pide que sea una oración constante, casi permanente. Hemos de orar a tiempo y a destiempo. Eso supone vivir con una apertura al diálogo constante con el Señor, atentos a su presencia y a su palabra que nos entrega de múltiples maneras. Pero además, quiere que nuestra oración sea confiada, que no dependa de obtener o no los frutos que pedimos, sino de la seguridad de que Dios nos concede aquello que necesitamos y nos lo concede en el momento que Él considera oportuno. Revisemos nuestra oración para ver si es verdaderamente constante y confiada.